Hugo Antonio Zorrilla Alfonseca y Radhamés Ramírez Rodríguez, el primero ex policía y el segundo un ex convicto, fueron condenados a 30 años de prisión, acusados de asesinato, tortura, robo y asociación de malhechores.


Los condenados fueron los responsables de las muertes de Vidal Dionisio Berroa Manzueta, alias El Cubano, cuyo cuerpo fue encontrado flotando debajo del puente del Río Higuamo maniatado y con una bolsa negra cubriéndole la cabeza, para despojarlo de un minibús.
También mataron de forma cruel tirando vivos en una fosa profunda y apartada en la comunidad de H3, a los choferes de San Pedro de Macorís, David Polanco y German Arredondo Quezada, para robarles otro minibús y un camión de carga respectivamente y a Gary Ramírez, de Hato Mayor, para sustraerle otra guagua, hechos narrados detalladamente por Radhamés Ramírez, quien dijo que él y los demás condenados fingían ser personas que solicitaban los servicios de los choferes, les pagaban dinero por adelantado para ganarse la confianza, los secuestraban y los tiraban a la fosa, de donde fueron sacados los cadáveres en una intensa labor de varios días de los organismos de socorro de la ciudad y de Santo Domingo.
Los vehículos robados eran vendidos a precio de vaca muerta en la frontera y en Haití, a solicitud de algunos compradores, con el contacto de Boció.
Este hecho sin precedentes, conmovió las mas sensibles fibras humanas y a la opinión pública y hoy se le dio un justo final.
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