Cristopher Manzanillo, residente en la calle 8 del Barrio La Habana del citado municipio, le había pedido a su abuelo Eduardo Gómez, de 61 años, que le comprara unas uvas que pasaron vendiendo en la calle, a lo que el abuelo accedió comprándole 50 pesos de la fruta y mientras el niño comía se atragantó.
Fue llevado de inmediato a recibir atenciones de emergencia en el Hospital Dr. Angel Ponce de la comunidad, donde fue declarado muerto. El Dr. Magdaleno Consoró, médico forense, diagnosticó la muerte como asfixia por sofocación.
El menor era hijo de Carlos José Manzanillo, de 35 años y trascendió que la madre reside fuera del país. El cuerpo fue entregado a la familia y está siendo velado para mañana realizar el triste sepelio.
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