
Juan Ramón Martín Nolasco, residente en ese mismo batey, medía unos terrenos de una finca privada con un GPS y un tubo hizo contacto con un cable del tendido eléctrico de 220 voltios, recibiendo el shock eléctrico en su mano derecha muriendo instantáneamente.
La Dra. Marisandra Santana, médico legista, se presentó al lugar junto al Ministerio Público y las autoridades policiales a realizar el levantamiento del cadáver y fue entregado a sus familiares.
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