Genaro Peguero justificó el hecho diciendo que en varias ocasiones ha recibido llamadas telefónicas amenazantes y que dos veces han tratado de atropellarlo en la calle con vehículos, tras haberse negado a recibir 20 millones de pesos como soborno a través de otra llamada y que a pesar de eso la fiscalía no le ha otorgado una protección a pesar de haberla solicitado.
Dijo que su vida y la de su familia está en riesgo y que no hay dinero en el mundo que les pueda devolver la paz y la tranquilidad tras la nefasta muerte de su hija y que jamás negociaría con su cadáver.
La Oficina de Atención Permanente de la provincia Duarte le impuso al agricultor seis meses de libertad condicional y presentación periódica cada mes como medida de coerción.
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