
Se trata de Francisco Román, de 65 años de edad, quien residía en la calle Caña número dos de ese barrio, era acumulador compulsivo y en la vivienda tenía varios trastos viejos, basura y otros objetos que se entiende se incendiaron al dejar una vela encendida.
Al parecer el hombre se encontraba solo y dormido al momento del siniestro y su cuerpo se encontró calcinado, totalmnte consumido por las llamas, entre los restos de ropa y demas trastos quemados.
Unidades del Cuerpo de Bomberos Civiles llegaron al lugar y sofocaron las llamas, evitando que estas se propagaran y causaran mas daños.
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