La protesta se originó porque algunos reclusos fueron trasladados desde las cárceles de San Francisco de Macorís y Santo Domingo y en desacuerdo con ello tomaron como rehenes a varias mujeres que se encontraban de visita en el recinto carcelario, tratando de tomar el control y negociar.
Tres de los heridos, que no fueron identificados de inmediato, fueron llevados a recibir atenciones médicas al Hospital Luis Morillo King con heridas en piernas y brazos y dos de ellos fueron curados en el mismo recinto por heridas leves de perdigones, según informó la Procuraduría General de la República.

El traslado de los internos se produce dando cumplimiento a una nueva disposición de la Dirección General de Prisiones para desarticular bandas y liderazgos que surgen en las cárceles para obtener control sobre los demas internos.
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