Los familiares de quien en vida fuera Napoleón
Montás, mejor conocido como Cabo, recibieron el apoyo de más de un centenar de
personas que acompañaron el féretro desde la Funeraria Municipal, donde fue
velado, hasta el cementerio ubicado en la carretera Mella, donde se le dio cristiana
sepultura, con muestras de llanto, y resaltando las cualidades que en vida
adornaron a Montas.
El fallecido dejó tres hijos en
la orfandad, y murió en el mismo lugar del hecho, atropellado por una patana de
la que se desconocen los datos, próximo a la curva de la comunidad de Angelina,
cuando se dirigía desde San Pedro hacia Consuelo, en una motocicleta tipo
passola.
Montás residía en el Barrio Guachupita,
donde laboraba en su sastrería, y era hijo de los señores Máximo Montás y
Orfelina Germán, fallecida.
Era muy querido en la comunidad, por lo
que su deceso enlutece a gran parte de la misma.
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