
La victoria de las cuyayas fue de once carreras por cinco, ante la euforia de los fanáticos que se tiraron al terreno a celebrar junto a los jugadores, que sostenían en lo alto la copa que tenían diez años sin ganar.
Los del equipo amarillo lograron imponerse en la serie final 2-0, pero los azules lograron igualarse en dos ocasiones, hasta que ayer los cibaeños vencieron en un sueño acariciado por diez años.

El Cibao está de fiesta, tras pasarse diez años pujando una corona de estadio en estadio y de juego en juego, esperando enrostrarle la victoria aguilucha al narrador liceísta Franklyn Mirabal, que se destacó en esta temporada de béisbol 2017-2018, por su peculiar forma de enaltecer al equipo bengalés y de apabullar a los amarillos.
Felicidades a las águilas y a los tigres también por la gallardía de llegar a la final de forma digna y batalladora.
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