El Dr. Domingo Javier primeramente expresó sus condolencias a los parientes de la señora Rosalía Hernández, expresando que tanto él como todo el personal de la clínica se unen al dolor que les embarga y explicó a la prensa que la paciente falleció mientras estaba interna luego de una cirugía de apéndice y los familiares de esta, oriundos del Batey Montecristy, interpusieron una demanda alegando negligencia médica y enviando a las autoridades a realizar un allanamiento a su clínica, lo que consideró improcedente, ya que no se trató de asesinato, sino de complicaciones que puede presentar un paciente que escapan a las manos de los galenos y que en su centro se agotaron todos los procedimientos de rigor en el caso de la señora Hernández.
Javier expresó que el médico cirujano que actuó en el caso de la fallecida es un eminente profesional de Santo Domingo de mucha competencia y que actuó apegado a todas las normas de rigor y operó a la paciente con la firma de autorización de uno de los familiares responsables y se entregó íntegro el expediente solicitado por la familia de la fallecida al presentar la orden de un juez.
Mediante nota entregada a la prensa, expresó por igual su descontento con el Instituto Nacional de Ciencias Forenses, INACIF por la forma como manejó el caso presentándose a su centro de salud, advirtiendo también que el caso se ha llevado a esos extremos por tener matices políticos y personas de influencia interesadas en hacerle daño.
Finalmente el Dr. Javier señaló la labor altruista que desempeña su centro de salud por muchos años mediante una fundación, que lejos de hacer mal contribuye con pacientes de escasos recursos con estudios y tratamientos a muy bajos costos y muchas veces con servicios gratuitos.
Dijo esperar que la situación y el proceso legal se lleve a cabo apegado a las leyes y sin ningún tipo de influencias políticas que pudieran atentar contra las reglas del mismo.
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